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La irrupción de las mujeres conductoras

La irrupción de las mujeres conductoras

A medida que los hogares de ingreso medio y alto en Chile comienzan a tener automóvil, el mercado rápidamente crea la categoría del “segundo auto" o “auto familiar”, construido como sinónimo del “para ella”.

1983-1997

“Cada mujer de los barrios residenciales luchaba contra él a solas. Cuando hacía las camas, la compra, ajustaba las fundas de las sábanas, comía con sus hijos”.

(Betty Friedan, El malestar que no tiene nombre, La mística de la femineidad, 1963)

ESCUCHA EL RECORRIDO

CADA MUJER…

En sus sueños más eróticos no aparecían hombres, sino lugares. Soñaba con plazas y fuentes de mármol, con montañas y terrazas repleta de estatuas barrocas, con grandes edificios abandonados en medio de campos verdes, y se despertaba empapada en el sudor de una pasión que se desvanecía. Había un ángulo concreto en las carreteras que la conmovía especialmente: un ángulo ascendente, con una curva abierta preñada de infinito cielo azul. Siempre había creído que el mar podía esconderse detrás de ese vacío ascendente, y a veces se trataba en efecto del mar, pero a menudo lo que allí se ocultaba era solo el mercado…”. (Margaret Drabble, Un viaje a Citera, 2017) 

ESCUCHA EL RECORRIDO

EN SUS SUEÑOS…

“…Como si cada traslado del cuerpo fuese también un traslado del alma”.

(Margaret Drabble, Un viaje a Citera, 2017)

ESCUCHA EL RECORRIDO

COMO SI CADA TRASLADO…