“La demanda de ‘primeros autos’ declinaría entonces (…) En consecuencia, los fabricantes comenzaron a pensar en vender seguros y terceros automóviles (…) y, como se suponía que en la mayoría de los hogares que tenían un solo automóvil el auto era parte de la esfera del hombre, la comercialización de segundos automóviles para los hogares significaba en gran medida la comercialización de automóviles que serían utilizados principalmente por mujeres”.
(Wachs, The automobile and gender, 1998)
“Algunos vieron el automóvil como una herramienta que podría ayudar a liberar a las mujeres de sus roles tradicionales y ayudar a derribar las barreras entre los roles de género socialmente definidos de hombres y mujeres…”
(Wachs, The automobile and gender, 1998)
“Sin embargo, el automóvil fue utilizado para expandir la esfera femenina única de las mujeres en una medida mucho mayor que para permitirles escapar de ella”.
(Ruth Cowan, The Industrial Revolution in the Home, 1976)